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jueves, 6 de febrero de 2014

PREGUNTAS FRECUENTES DEL ALUMNO AL QUE NO LE GUSTAN LAS MATEMÁTICAS (Que normalmente las dice entre dientes o se las guarda para después de clase)

1.- ¿Quién rayos inventó las matemáticas?
R: Las matemáticas no tienen un inventor como tal... nacieron de manera muy natural en respuesta a las necesidades del ser humano desde la prehistoria. No nacieron por que fueran algo bonito, sino porque eran algo útil. A lo largo de la historia de la humanidad son incontables los seres humanos que han hecho aportaciones de todo tipo a las matemáticas, así que... lo siento, no hay nadie a quien puedas echarle la culpa de que las matemáticas existan.

2.-¿Por qué rayos existen las matemáticas?
R: Como te decía, las matemáticas existen desde los primeros tiempos de la humanidad POR NECESIDAD. Es cierto que aunque no lo creas hay gente a la que le gustan tanto las matemáticas que se dedican a desarrollarlas y estudiarlas por puro gusto, pero el principal motor que las impulsa es la necesidad (Todas las necesidades del humano).

3.- ¿Por qué debo aprender matemáticas si ya existen las calculadoras?
R: ¡Vaya pregunta!, y ¡vaya que te estabas tardando en formularla!... No sé si responder o darte un zape... Preguntar esto es mas o menos similar a preguntar ¿Por qué debo aprender a caminar si existen las bicicletas, los autos y las sillas de ruedas?... El ser humano se llena de soberbia cuando se dice superior a los demás animales por ser un "animal racional", es decir, un animal que razona. Y las matemáticas son precisamente una de las mejores expresiones del razonamiento humano. Además, si todos pensaramos así (en que no hace falta aprender matemáticas porque ya existen las calculadoras), nunca habría alguien que inventara cosas: si todos los hombres hubieran pensado así en su tiempo nadie habría inventado las calculadoras.
Las matemáticas son un entrenamiento mental que te ayuda a pensar con más claridad, además de darte disciplina y dotarte de herramientas para resolver problemas de muy diversa índole. Que no te gusten, es otra cosa.

4.- ¿Por qué las matemáticas son tan difíciles?
R: Todo en esta vida tiene su grado de dificultad. las matemáticas no son fáciles ni difíciles. Más bien depende de la manera en que lo veas. Existen temas de matemáticas que son realmente complejos y otros realmente simples, pero el grado de dificultad depende de muchas cosas. Depende del agrado con que tomes la materia, lo motivado que te encuentres, los conocimientos previos que poseas, y ¿Por qué no decirlo? tu grado de inteligencia lógico-matemática. Pero consideremos que la gran mayoría de nosotros tenemos el grado de inteligencia necesario para aprender, así que es más bien cuestion de gustos y de cultura y conocimientos previos la dificultad que halles en la materia.

Ya seguiremos con más preguntas, por lo pronto, todas las preguntas razonables y no tan razonables que se te ocurran puedes mandarlas por este medio:
https://docs.google.com/forms/d/16K-kSs-gnzINQlGlix3twQuPsJ6BshOneiHxdmIJ7uc/viewform

Yo trataré de responderlas de la mejor manera posible. Si quieres participar respondiendo algunas de estas preguntas o comentando algo, envíame correo a:

el.profe.de.matesss@gmail.com

Recuerda ser siempre respetuoso de los demás.

Aquí puedes ver la lista de respuestas:

EL KUNG FU DE APRENDER MATEMÁTICAS.

Probablemente al igual que muchos otros jóvenes alguna vez has entrenado algún arte marcial. Tae-kwon-do, Lima-lama, Karate, Aikido, Kung-fu, Hapkido, Savate, Box, Lucha libre, Judo, etc. Si es así seguramente sabes las penurias que el entrenamiento implica: por mucho que te guste, tu maestro te hará sufrir muchísimo. Las sesiones de entrenamiento son periodos dolorosos en los que lo mismo sentiras que tus articulaciones se dislocan cuando te ponen a practicar la elasticidad, como que tus músculos se queman cuando te ponen ejercicios de fuerza y resistencia; sentirás que te desvaneces en las sesiones de acondicionamiento físico y terminarás lleno de moretones cuando toca combatir.

Pero sobre todo, hay algo que tienen en común prácticamente todos los estilos: la repetición de movimientos y técnicas básicas. Si has entrenado artes marciales tradicionales recordarás lo doloroso y cansado que resulta practicar la postura de caballo o jinete (Kiba Dachi en Karate, Mabu en kung-fu o annun sogi en TKD), la postura de arquero, o la de gato.

Estas posturas son legendarias por cansar rápidamente las piernas, ponerlas a temblar y quebrantar la voluntad de numerosos principiantes.

Por otra parte, si entrenas lucha libre, los ejercicios de caídas y rodadas te dejarán hecho polvo, y verás pasar días y días en que empezarás a preguntarte si algún día lograrás dominar las llaves o la lucha aérea, y si algún día tus huesos volverán a estar en una pieza.

En resumen: todo arte marcial que intentes tiene sus ejercicios básicos, diseñados para ser una plataforma sólida que permita que el estudiante se desarrolle saludablemente en la disciplina. Estos ejercicios fortalecen tu voluntad y tu paciencia, y preparan tu cuerpo para ejecutar maniobras más complicadas y técnicas de mayor grado de dificultad; además, fortalecen tu cuerpo y lo ayudan a evitar lesiones. En sí, el entrenamiento básico puede resultar rutinario en ocasiones, aburrido aveces, muy duro o desafiante, y quebrantará cada hueso y cada músculo (incluyendo aquellos que ignorabas que existían)...

Pero si lo piensas, todo es así: cualquier cosa que emprendas requiere esfuerzo y dedicación si quieres hacerlo bien. Cualquier deporte requiere también de entrenamiento básico y acondicionamiento físico; aprender a cantar, a dibujar, a cocinar, montar en bicicleta, ballet, o hasta aprender a jugar videojuegos requieren de una etapa de preparación y de dominar habilidades básicas, y en esta etapa muchos pierden la paciencia y desertan mientras que otros siguen con empeño hasta lograr dominar las habilidades básicas que les permitan seguir evolucionando en la actividad.

¿Por qué habría de ser distinta la matemática? La matemática siempre se me ha antojado muy similar a las artes marciales. Es una disciplina demandante, pero si la entrenas con decisión y constancia, fortalecerá tu mente y la dotará de gran salud y agilidad mental. Pero entrenar matemáticas, al igual que entrenar artes marciales, requiere disciplina, voluntad, y muchas veces paciencia. Pongamos un ejemplo: en primer grado de prepa, muchos de nuestros estudiantes sudan y sufren con la suma y resta de enteros, o con las fracciones; ni se diga de los productos notables y la factorización. Muchos preguntan con mucha razón "¿Y eso para qué me sirve? ¿Por qué debo aprenderlo?  ¿Me sirve en mi vida diaria?".
La respuesta es la misma que si un boxeador se pregunta ¿Para qué aprendo las técnicas básicas de box? Estamos de acuerdo en que aquel que practica box, no espera resolver los problemas de su vida diaria usando precisamente lo que le enseña el entrenador (a menos que todo lo piense resolver a golpes). Sin embargo, entrena por que le gusta, por salud, por seguridad personal, o para dedicarse al deporte profesionalmente. ¡Imagínate que un karateca pretenda que la postura kiba-dachi le sirva para resolver problemas que encuentre a la vuelta de cada esquina! sería absurdo, ¿no?.

Ojo: no estoy diciendo que el entrenar un arte marcial no te sirva en tu vida diaria. Estoy diciendo que lo que aprendes en tu entrenamiento no necesariamente será algo que apliques a cada paso.

Ocurre que lo que vas aprendiendo en el entrenamiento es parte de un todo interminable, es decir, lo que que aprendes es un ladrillo, y ladrillo a ladrillo y con mucho esfuerzo irás constituyendote en un artemarcialista cada vez más completo.

Pero, ¿Servirá algún día en mi vida diaria? No es necesario que te enfrentes a 10 atacantes al puro estilo de Jackie Chan para decir que te sirve el arte marcial: si realmente entrenas con determinación, el entrenamiento te permitirá disfrutar de una mejor salud, más fuerza y agilidad, y una mayor disciplina que se reflejará en otros aspectos de tu vida. Definitivamente, aunque no compres las tortillas mediante una patada tornado o un derribe de cadera, el entrenamiento te hace una persona con más capacidades.

Imaginemos el siguiente escenario: un día vas tranquilamente en la calle, y repentinamente resbalas. Si eres una persona que entrena, seguramente tendrás excelentes reflejos, y reaccionarás de modo que evitarás la caída. Pero supongamos que llevas las manos ocupadas y no puedes ni meterlas... posiblemente tu cuerpo está bien acondicionado y es fuerte y ágil además de tener ya una memoria muscular acerca de la técnica correcta para caer, de modo que sabrás cómo caer sin lastimarte seriamente.

Si algún día (esperemos que no pase) te atacan, tendrás por lo menos la habilidad y condición física para correr. Y como último recurso, estarás en mejores condiciones para defenderte.

Ahora, vamos, ¿qué similitud tiene esto con las matemáticas?

Las matemáticas son una disciplina muy estricta, y el maestro de matemáticas suele ser tan estricto como un entrenador de aikido. Tú, como estudiante que entrena matemáticas, serás sometido a un entrenamiento mental destinado a flexibilizar, fortalecer y agilizar tu mente en el aspecto lógico matemático, y te proveerá de técnicas que te ayudarán a resolver problemas de diversos grados de dificultad.

Al igual que en el kung-fu en las matemáticas hay fundamentos que debes dominar antes de avanzar al siguiente nivel. Por ejemplo, cuando estudias matemáticas I en la prepa, la suma de enteros, la jerarquía de operaciones y otros temas son realmente difíciles de dominar para algunos estudiantes (pues es como cuando comienzas a entrenar, que te duele todo y todo se te hace difícil y hasta tedioso) En segundo y en tercer grados también encontrarás también temas que seguramente te harán sudar.

Pero ¿para qué aprendemos matemáticas entonces?... ¿Para qué entrenas artes marciales?


Las técnicas que aprendes en matemáticas son herramientas que a su vez sirven para realizar cálculos más complejos. Finalmente, las matemáticas son un lenguaje con alcance universal, y un conjunto de herramientas al servicio de las más diversas disciplinas y con un gran rango de aplicaciones. Así como un tornillo por sí solo tiene aplicaciones relativamente limitadas, si se le integra con otras piezas y herramientas (un desarmador por ejemplo) la utilidad del tornillo es enorme.

Si las matemáticas se usan como herramienta, pueden resolverse problemas de física, química, biología, economía, administración, presupuestos, e incluso cuestiones de arte, psicología, etcétera. Todo es cuestión de tener el ánimo de utilizar esta herramienta tan potente para nuestro provecho.

Ahora, que si de plano, no se te dan las matemáticas, podríamos decir que es como a las personas que no se les da el entrenamiento. Tu mente se está perdiendo de un ejercicio muy completo y tú estás dejando pasar una de las herramientas más poderosas de que dispone la humanidad...